LA VERDAD SOBRE LA HUELGA UNIVERSITARIA


1. ¿Por qué estamos en huelga las dos universidades canarias?

Las Asambleas de Profesores de las Universidades de La Laguna y Las Palmas deseamos comunicar a la sociedad canaria en relación a la huelga docente que mantenemos desde el inicio del presente curso académico lo siguiente:
-NO estamos en huelga por dinero
-NO pedimos un aumento de sueldo
-Solamente reclamamos un derecho laboral que nos asiste, la homologación salarial,
derecho que sí disfrutan otros funcionarios de la Comunidad Autónoma desde hace más de una década
En 1991 el Gobierno de Canarias homologó a los funcionarios docentes de la Comunidad Autónoma. Pero los funcionarios universitarios quedaron excluidos de ese derecho y en 1998 se les intenta compensar con una vía falsa, la de los complementos retributivos, que la mayoría de profesores solicitó. Tanto el excesivo papeleo que se solicitaba como los criterios para la obtención de los complementos eran absurdos, basados en los mismos conceptos por los que a los profesores ya nos pagan: docencia, tutorías a los alumnos e investigación. Todo ello se agravó definitivamente con el nuevo Protocolo de complementos de 2002.
El nuevo Protocolo de complementos de 2002, aprobado en mayo de 2004, que ha sido rechazado de pleno por la inmensa mayoría del profesorado, aunque fuera contradictoriamente aprobado por las Juntas de Personal Docente e Investigador de ambas universidades, aumenta el sentido disparatado de ciertos criterios. Otra vez, durante el pasado septiembre, la maquinaria burocrática universitaria ha desperdiciado varios días de trabajo generando un papeleo irracional para unos complementos injustos y acientíficos. Para mayor alevosía la convocatoria sale en agosto, recordando viejos y terribles tiempos.
Exigimos el derecho a la huelga, porque nosotros también somos trabajadores, con problemas como en cualquier empresa y con el derecho a reclamar su solución. Entre todos los trabajadores públicos, el profesorado universitario es con diferencia el más evaluado en su actividad profesional. Pero, dada nuestra responsabilidad social con la calidad de los servicios públicos, no nos negamos a seguir siendo evaluados. Por ello aceptamos la existencia de unos complementos de excelencia, mediante procedimientos científicos suficientemente contrastados, pero rechazamos el nefasto modelo actual pensado para entretener y dirigir políticamente nuestra actividad, como pretende la Consejería. Y como cobramos del mismo dinero público tanto profesores como políticos, nos preguntamos: ¿Por qué los políticos, que también son trabajadores públicos, no son sometidos igualmente a evaluación de su profesionalidad y rendimiento? ¿Cuándo van a demostrar que les deben importar las dos universidades canarias y estimularán su desarrollo en vez de mantenerlas continuamente bajo sospecha en una actitud de recelo que resulta insoportable y denigrante?

2. ¿Qué es lo que estamos exigiendo al Gobierno de Canarias?

Exigimos una homologación de carácter universal (una misma cantidad para todo el profesorado) y consolidable (fijada en la nómina durante todo el tiempo de vida laboral). La cantidad de referencia es 6000 euros anuales, porque así fue calculado en relación comparativa con el funcionariado de la Comunidad Autónoma en 1998, y porque es la cantidad que percibe el profesorado por los cuatro complementos en vigor. Es falso que queramos ganar más dinero. Simplemente se trata de mantener lo que la mayoría de profesores ya cobramos, mucho menos de los 7900 euros que “generosamente” vocean el Consejero y el Director General a través de los medios.
Exigimos que los responsables políticos nos reciban, que hablen y negocien con los comités de huelga. Desde hace un año hemos intentado varias veces abrir una vía de diálogo con el Consejero de Educación y el Director General de Universidades, pero la respuesta siempre ha sido desprecio, arrogancia y prepotencia. Debe recordarse una obviedad, y es que la huelga la pueden convocar y desconvocar exclusivamente las Asambleas de Profesores, únicos interlocutores adecuados para resolver el conflicto, pese a que el Gobierno reitera su estrechez mental negándonos cualquier representatividad. Los responsables de la Consejería de Educación alegan que han negociado con los representantes legítimos, rectores y sindicatos. Pero esto no es cierto, porque Intersindical y UGT abandonaron la mesa de negociación y los rectores ya han defendido con claridad la vía de la homologación universitaria. La legitimidad está en las Asambleas de Profesores y sus Comités de Huelga, legalmente constituidos, no en los dos Sindicatos restantes (CCOO y CSIF) que negociaron y firmaron acuerdos sin consultar al profesorado. Las Asambleas están avaladas por las firmas de una mayoría de profesores más el apoyo de otros que también siguen la huelga. Todavía nos sorprende que una organización de la trayectoria de CCOO pueda haberse manchado de tal manera en este conflicto. Y por todo ello creemos que lo mejor es la autodisolución de la Junta de personal docente e investigadora y que se abra un nuevo proceso electoral en las dos universidades. Pero también exigimos que se acaben el ninguneo de Ruano, las misteriosas desapariciones de Adán Martín, la petulancia del Director General de Universidades, la ineficacia política…
Que se prorroguen los complementos actuales y se abra una mesa de negociación hacia la homologación de los universitarios fueron los dos acuerdos del claustro universitario de La Laguna, asumidos igualmente por la Asamblea de Las Palmas. Y esto quiere decir que la opinión unánime de los profesores universitarios es la de exigir el derecho a la homologación y que se resuelva para siempre la espinosa cuestión de lo que es o no consolidable. En este sentido resultó patético y ridículo el esfuerzo de Paulino Rivero en las Cortes Generales intentando pasar la pelota de la responsabilidad al Gobierno Central, más cuando él, su señora y otros tantos docentes en excedencia, políticos o funcionarios, están homologados desde el año 91. Y fueron homologados por el Gobierno de Canarias, no por Madrid. Es una desfachatez y una inmoralidad negar a otros lo que él mismo disfruta desde hace trece años. Igual de inmoral es el arraigado método político de la mentira, como la realizada por el Director General de Universidades. De hecho, cuando ya conocía el fracaso de Rivero en su pregunta a las Cortes, seguía sosteniendo que la competencia de la homologación era de Madrid.
En definitiva, exigimos al Gobierno de Canarias que asuma sus responsabilidades y resuelva de una vez el problema tras trece años de agravio, pues la solución es meramente política. Desde que se prorroguen los complementos de 1998 y se abra una mesa de negociación los profesores terminaremos la huelga y volveremos a las aulas.

3. Por la dignificación del profesorado universitario

Queremos salir al paso de las intoxicaciones perversas, los insultos, las faltas de respeto y los desprecios expresados a este colectivo tanto por políticos como por sus extensiones mediáticas. Nos han llamado de todo, desde antidemocráticos e intolerantes (por practicar el derecho de la protesta pública), bolcheviques y practicantes de la dictadura del proletariado (aún seguimos asombrados de la ignorancia del afirmante) o terroristas docentes (con la carga negativa y traumática que este término adquiere en las sociedades actuales). ¿Qué hacen políticos y periodistas insultando e intentando desprestigiar a los profesores universitarios canarios que constituyen uno de los recursos esenciales de la educación y el saber en las Islas, por otro lado afectadas por una nefasta política educativa regional que parece no preocuparles?
Ya está bien de seguir voceando el estereotipo universitario, pesada carga del franquismo, que nos muestra ante la sociedad como señoritos y señoritas privilegiados, vagos y absentistas. En esta situación han salido a la superficie los recelos, las envidias y los traumas históricos que algunos mantienen con la institución universitaria. A esto hay que añadir la desconfianza neoliberal de estos tiempos, promovida por políticos de escasa o nula profesionalidad que se creen dueños y señores de los fondos públicos e incluso árbitros exclusivos de las grandes decisiones. El rendimiento docente, intelectual y científico de los universitarios canarios es de un nivel alto como demuestran los datos de las evaluaciones y sus contrastadas aportaciones en la investigación.
El profesorado de la Universidad de La Laguna y de la Universidad de Las Palmas lamenta profundamente las consecuencias del paro docente para el alumnado y para la sociedad canaria. Y quiere dejar bien claro que la responsabilidad fundamental de esta situación es de la Consejería de Educación del Gobierno de Canarias, a cuyos dirigentes parece no importarles el efecto que tiene la huelga en más de cuarenta mil alumnos de las dos universidades canarias. Todo lo que le sobra al Sr. Ruano de cinismo, arrogancia y talante antidemocrático, le falta de responsabilidad política para hacer frente a sus obligaciones con el profesorado universitario. Reafirmamos nuestra profesionalidad, seriedad y responsabilidad, y exigimos respeto absoluto a nuestra dignidad personal y profesional. Exigimos que se deje de satanizar y mantener en constante sospecha a las universidades canarias.

Octubre 2004



Asambleas del Profesorado ULL y ULPGC